Ayelén Lambert es una psicóloga graduada de la Universidad Autónoma de Entre Ríos, quien, desde temprana edad, tenía claro que su futuro estaría en la salud mental. “Mis padres dicen que desde chiquita ya decía que iba a ser psicóloga”, comenta Ayelén con una sonrisa, reflejando una vocación que no ha hecho más que fortalecer con el tiempo.
Al finalizar la secundaria, Ayelén optó por comenzar su formación con una tecnicatura en acompañamiento terapéutico, debido a la cercanía y disponibilidad en su provincia natal. Posteriormente, decidió mudarse a Paraná para culminar la Licenciatura en Psicología. “Nunca se me cruzó por la cabeza irme a otra provincia. Confié plenamente desde el principio en esta casa de estudios”, explica Ayelén, resaltando la calidad educativa de la Universidad Autónoma de Entre Ríos.
El camino no siempre fue fácil. Ayelén recuerda el impacto del primer día de clases, cuando un profesor advirtió que muchos no llegarían al final del recorrido. “Ese día salí llorando de la facultad, pero con el tiempo entendí que solo había sido sincero”, dice. Esta experiencia, lejos de desanimarla, fortaleció su determinación.
Ayelén destaca la importancia de la ética y la responsabilidad en la práctica psicológica. “Estudiar psicología no es fácil de definir porque hay muchas ramas y escuelas. Implica asumir la responsabilidad de ejercer con ética”, subraya, enfatizando la diversidad de enfoques dentro de la profesión.
Una de las dificultades más grandes que enfrentó fue la transición de estudiante a profesional. “Al principio me daba vergüenza cobrar por mi trabajo. No es algo que se hable mucho en la carrera”, confiesa Ayelén. Sin embargo, a través de la práctica y el tiempo, logró sentirse orgullosa de su trabajo y encontrar su lugar en el campo.
Para quienes están considerando estudiar psicología o están en medio de su formación, Ayelén ofrece un valioso consejo:
“No se expongan a atravesar situaciones difíciles en soledad. Aférrense a sus compañeros, docentes y familia. Lo que parece una crisis insuperable es momentáneo y eventualmente pasará”.
Ayelén Lambert no solo es un ejemplo de dedicación y pasión por la psicología, sino también una prueba de que, con perseverancia y apoyo, es posible superar cualquier obstáculo y encontrar una carrera que no solo sea un medio de vida, sino una fuente de realización personal.
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