Después de 6 años de carrera, infinitos TPs y parciales rendidos y 39 materias aprobadas, llega el día del último final (¡AL FIN!). Imaginado y esperado por todos: rendir, salir, gritarle al mundo “ME RECIBÍ” y aguantarse con una sonrisa la lluvia de huevos, harina, gaseosa, yerba, mezclas raras y mucho más.

El 29 de abril de 2013 llegó mi último final. Semanas de estudio, los días previos sin dormir, nervios y ansiedad al máximo ese día y un único problema: el examen era a las 4 de la tarde. Sí, ¡pleno horario laboral de todo el mundo! Imposible organizar huevazo ese día, lo dejamos para otro. ¿Pero cuándo? Resulta que por una cosa o por otra, mi agenda o la de las personas que yo quería que estén, hacían que se complicara todo.

Hoy, casi 9 meses después, pienso en el tiempo que pasó y en las ganas, que hoy me doy cuenta, me quedaron de vivir ese momento. Una amiga me dice “organizá y te hueveamos”, pero de nuevo… ¿cuándo? ¿dónde? ¿tiene sentido ya? Y resulta que sí, tiene sentido porque sí, porque lo quiero, porque no me voy a quedar con las ganas. ¿El día? Cuando me entreguen el título, otro momento importante de la culminación de la carrera. Así que apenas me confirmen la fecha, ya sabré que ese día no sólo recibo mi diploma, también el tsunami de cosas que me quieran tirar. Ya imagino ese día: nervios y ansiedad, arreglarme, ir a la facu, el acto, la entrega, las fotos (pre, durante y post), cambiarme y ¡huevazo! A lo mejor no es en el momento en el que lo esperaba, ni como lo había imaginado todo este tiempo. Va a ser distinto, pero no por eso menos mío ni menos festejado.

Ahora a esperar el mail de UADE ¿¡¿Cuándo llegará?!?