Cuando ingresé a mi carrera de grado, hace 9 años, no tenía idea de cómo escribir un trabajo científico (tesis, tesina, trabajo práctico o ensayo). Sabía escribir. Escribía bien (según mis profes), pero la estructura era mala, la idea era mala, era un caos.
Mis trabajos empezaban con “Este trabajo se trata de…” y terminaban con “Y por esto mi resultado es correcto” (parafraseo). No citaba bien, no seguía un plan de escritura, mis trabajos eran un caos. Fue tan grave, y así era en todo el curso, que en mi segundo año de universidad una profesora se enojó con nosotros y dijo: “¿Cómo puede ser que eso sea lo que entreguen como trabajo científico?” y nos reprobó a todos.
No entendíamos el problema. No sabíamos qué estaba mal. Y eso le dijimos. Ella no lo podía creer, pero tomó acción: la universidad organizó un curso adicional, nos enseñaron a escribir, empezaron a darnos consejos.
Mi tesis de grado la aprobé con 98%.
Pero no fue hasta escribir mi tesis de posgrado que realmente había entendido cuáles son las claves para escribir un trabajo para la universidad. No alcanza con seguir solo las reglas para hacer que tu trabajo sea algo más que el marcador del fin de tu carrera o año. Aprendí cuáles son las claves para convertir tu trabajo en una lectura interesante y en un texto útil para alguien más.
Estas son mis 7 claves para escribir una tesis, tesina, trabajo práctico o ensayo universitario:
1. El tema y el título
Si tienes la opción de elegir, elige un tema que te interese. Un tema del cual tengas acceso a información (si tienes que hacer entrevistas, mejor que tengas contactos en el sector), que ya haya sido tratado varias veces, pero que aún tenga agujeros de investigación. Ese agujero puede ser un aspecto regional (ya se investigó el tema, pero no en esa región específica), puede ser un detalle (se investigó, pero dejaron afuera ese detalle) o un grupo objetivo (se investigó, pero no específicamente en ese grupo social).
El título debería consistir de dos partes: una que describa el tema y la segunda que lo ponga en contexto. Mi tesis de maestría, por ejemplo, se llamaba: “Innovación, educación y exportación en clústeres – El caso del clúster limonero en Tucumán“.
2. La hipótesis
La hipótesis es la base de tu tesis. De ella se deriva su título, su hilo rojo, la base de investigación y toda la bibliografía. Tomate el tiempo para desarrollarla. No la amplíes demasiado, pero tampoco pongas el foco en un área demasiado acotada.
En mi facultad tuvimos que investigar quiénes eran mejores choferes: si las mujeres o los hombres. La hipótesis cambió antes de iniciar la investigación, porque la palabra “mejor” no se puede investigar: ¿quiénes toman menos riesgos siendo choferes, hombres o mujeres? Y después achicamos el área: “Estudiantes de género femenino de nuestra universidad tienen más aversión al riesgo que los estudiantes masculinos”.
¿Por qué la cambiamos? Porque no teníamos acceso a una muestra suficientemente grande para justificar una pregunta generalizada. Era la hipótesis que representaba de mejor manera lo que podíamos investigar. (Si les interesa: no hubo diferencia entre hombres o mujeres, tenían la misma aversión a riesgos).
Ten en cuenta que la hipótesis no es una pregunta. Es un hecho que asumes y quieres investigar. Crees que es así, y quieres comprobarlo, o no.
3. La bibliografía
Todo profesor te va a decir que la bibliografía es lo primero que se debe investigar. Hay dos tipos de bibliografía: la que apoya tu forma de investigar, y la que está relacionada a tu hipótesis. Es muy importante diferenciar entre ambos tipos y referenciarlos en distintos capítulos.
Revisión de literatura (literature review)
En este capítulo colocas toda la literatura que está relacionada al tema que estás investigando. Literatura científica que ya investigó algo parecido, pero en otro contexto, lugar, ámbito, en otro tiempo. Textos que apoyen o no a tu hipótesis.
Es decir, aquí va todo lo que, en contenido, ha investigado lo mismo o algo parecido que vos. No pongas estudios que tengan más de 15 años, salvo que sean muy relevantes para el tema.
La revisión de literatura forma la base del QUÉ de tu investigación. ¿Qué estás investigando? ¿Qué es lo que se ha investigado anteriormente? ¿Cuál es la situación actual en la ciencia sobre esto?
Marco Teórico
Acá va todo lo que sustenta tu forma de investigar. Creas el marco de tu investigación. ¿Estás por desarrollar un modelo? Excelente, aquí pondrás toda la base teórica de modelos anteriores. ¿Estás por hacer una investigación especial? Perfecto, pon aquí el sustento teórico de esta investigación. El marco teórico es el CÓMO de tu proyecto. ¿Cómo vas a investigar? ¿Cómo encaja esto en la teoría existente?
Tip de oro que ningún profe te va a decir: algunas personas encuentran más fácil investigar primero, y después, en el momento de escribir, buscar la literatura que encaje con lo que han desarrollado o investigado. Es hacer un poquito de trampa pero puede funcionar para algunos.
4. La investigación
Entrevistas
Preparate bien para las entrevistas. Prepará una guía de preguntas. Grabá la entrevista para poder transcribirla después y solo hacé anotaciones que sumen información adicional a lo dicho. Indagá sobre las respuestas que te den, pero sin guiar la respuesta mediante tu pregunta. Tratá de mantenerte neutral. No se trata de comprobar tu hipótesis mediante las entrevistas, forzando las respuestas que quieres escuchar. Se trata de investigar la “verdad”.
No te olvides de preguntar si la persona entrevistada está de acuerdo de aparecer con su nombre y/o el nombre de su empresa en tu tesis. Si dice que no, puedes utilizar la información igual, pero debes quitar el nombre, lo que podría quitarte credibilidad.
Encuestas
Una buena encuesta tiene respuestas de por lo menos cien personas distintas, de diferentes áreas, contextos y entornos. Si preguntas a cien personas en tu universidad, no es necesariamente representativo por el país. Si preguntas a cien personas en un pueblo, tampoco. Ten en cuenta tu ámbito, el enfoque de tu investigación y qué es lo que quieres saber. Evita compartirlo solamente entre tus amigos, trata de involucrar diferentes clases sociales, regiones y edades.
Evita incluir información personal, salvo que sea relevante para tu encuesta (relevante puede ser la edad, el nivel de educación o el género, por ejemplo). En la primera página de la encuesta, en el caso de que la hagas online, explica para qué es la información, que la información se maneja de manera confidencial y pon un número o email de contacto por si hay preguntas o dudas.
Testeá tu encuesta con personas conocidas para ver si las preguntas son claras. Ten cuidado de no formularlas de manera tendenciosa: “¿Crees que el chocolate es el mejor dulce del mundo? ¿Por qué?”, es mejor “¿Cuáles de los siguientes dulces preferís?: Chocolate, Gomitas, Dulce de leche, Confite”.
Investigación de observación
En algunos estudios, especialmente en estudios sociológicos, es relevante observar a un grupo de personas, sus hábitos y sus reacciones. Trata de no influenciar, y fíjate bien a quienes eliges para tu observación para tener un grupo bien heterogéneo.
5. La introducción y la conclusión
Errores a evitar:
Explicar qué es una introducción y qué es una conclusión
El o la profe y cualquier persona que leerá tu tesis sabe qué es un final y qué es una introducción. Evita inicios como “En este capitulo voy a resumir…”, “Este trabajo se trata de…”. Son aburridos.
Hacerlos demasiado largos
Ambos capítulos no deben tener más de dos páginas. Si el trabajo es corto, no más de una o media página.
Aburrir sin querer
Estos dos capítulos son los que la mayoría de la gente que lee tu tesis va a leer. El resto lo van a saltear. La introducción tiene que contener toda la información que alguien necesita para saber de qué se trata la tesis. Y la conclusión tiene que contener la información que se necesita saber para conocer el resultado.
Tomate el tiempo para escribir una buena frase final.
Mencionar algo nuevo
La conclusión nunca debe abrir un nuevo tema. Ya está. Ya planteaste todo lo relevante, no abras nuevos conceptos o ideas gigantes. Resumí lo que ya dijiste.
¿Qué debe incluir la introducción?
- Frase principal para capturar la atención: “En el contexto actual de… es importante que… por ello…”, “El xxxx desde hace décadas es importante para la región…”.
- ¿Qué se investiga?
- ¿Por qué lo quieres investigar? (¿Qué agujero de investigación quieres cerrar?).
- ¿Cuál es el contexto? (histórico, actual, regional, etc.).
- ¿Cuál es la hipótesis?
¿Qué debe incluir la conclusión?
- Dos o tres resultados importantes o conclusiones.
- Vacíos que la investigación no pudo cerrar.
- Cosas que quedaron dudosas y necesitan ser investigadas con trabajos a futuro.
- Limitaciones del trabajo (¡muy importante! Demuestra honestidad y propone pasos para futuras investigaciones).
- El resultado final: ¿Se confirmó la hipótesis? ¿No se confirmó? ¿No está claro? No trates a toda fuerza de confirmar tu hipótesis. Si los datos no la confirman, no pasa nada. Si los datos no son claros, no pasa nada. Eso es parte de una investigación científica. Y tu profe lo sabe. Si tus datos dicen que no, pero los manipulas para decir que sí, tu profe se dará cuenta y le va a caer mal.
- Frase bomba final. Tomate el tiempo. Piénsala bien. Es la última frase que se va a leer, y dependiendo de qué tan buena es, el lector saldrá bien o confundido de tu trabajo.
6. El formato
Un trabajo bien formateado suma puntos. Si no molesta leerlo, si el formato no distrae, ayuda a darle más valor al contenido. Tomate el tiempo para aprender como formatear un documento en Microsoft Word u otros programas de escritura. Las tablas de contenido (índice) NO se escriben a mano. Los números de página tampoco. Aprende a utilizar estilos en Word, te va a servir a futuro.
Fíjate de utilizar una sola fuente al escribir, no intercambies, busca una que sea neutral (Calibri, Arial, Times New Roman, por ejemplo). Agrega subtítulos a tus imágenes y tablas, crea una lista de ilustraciones (¡también se hace de manera automática!), una de tablas y una de los anexos. Utiliza referencias cruzadas para no tener que actualizar a mano las referencias a capítulos o imágenes cada vez que cambies algo en los textos.
Las imágenes en una tesis no tienen carácter de diseño. Agrégalas solamente cuando suman información, para asegurarte de eso, haz referencia a ellas en el texto.
Crea una buena portada que contenga toda la información necesaria: tu nombre, formas de contacto (email, teléfono), tu número de matrícula, el título de la tesis, el nombre de la carrera y el profe tutor.
Presta atención a las reglas que impone tu facultad. ¿Tienes que usar APA? ¿Otros formatos de citación? Fíjate que Word y muchos otros programas tienen un sistema interno para citados, aprende a usarlo y te ahorrarás muchísimo tiempo. Si tienes acceso a sistemas externos como CITAVI, genial, úsalos.
Pedile a una persona que no sabe nada de tu tema que revise tu trabajo. Tiene que ser escrito de tal manera que una persona que no estudia lo mismo lo entienda. En vez de meter la máxima cantidad de jerga de tu carrera, enfócate en escribir para que se entienda, para no perderte dentro de la frase y olvidarte para el final de como empezó. Más frases cortas, menos frases que vayan por la mitad de la página. No hagas frases de más de 4 líneas.
7. La presentación oral / el coloquio / la defensa
Si llegaste hasta acá, relájate. Es el último paso. Si no te dijeron hasta este momento que no pasaste, no te lo van a decir ahora. La defensa de la tesis es una última chance para sumar puntos. En muchos casos ya te habrán entregado una primera evaluación. Te habrán hecho preguntas o te hicieron llegar dudas. Toma esas dudas y habla de ellas. No presentes toda tu tesis, los que tienes adelante tuyo ya la leyeron. Hacé un breve resumen, presentando la hipótesis y el resultado y concéntrate en contestar las preguntas que te adelantaron.
Si tu tesis no logró cerrar el agujero de investigación por completo, aprovecha para mencionar más áreas que valen la pena para ser investigadas. Si ha salido nueva información después de que entregaste la tesis, puedes hablar de ella y cómo encaja con tu tesis.
Prepara algo visual. Puedes mostrar información que no pudiste incluir en la tesis pero que era relevante. Por ejemplo, datos no tan relevantes. Esas fotos que quisiste incluir pero que no sumaban realmente. O simplemente un fun fact que por seriedad no entraba en el escrito. Puedes hablar de dificultades que tuviste en la investigación y, muy importante, cómo las resolviste.
¿Y si llegan preguntas adicionales? Si es sobre tu trabajo, las sabrás contestar. No hay nadie que sepa más de ese tema que vos. Te metiste días, semanas, meses con el tema, sos experto/a.
Y por último: pedí ayuda. Faltaban menos de 2 meses para entregar mi tesis y no tenía nada presentable. Desesperada le pedí ayuda a mi profe. Él se tomó 2 horas, me retó, me explicó, me levantó. Y me desafió. Me dijo que veía poco probable que iba a terminar mi tesis en solo dos meses. Le dije que lo iba a intentar igual.
En un mes y medio escribí 100 páginas, en un idioma que no es mi idioma materno. Me saqué un nueve, gracias a la ayuda de él. Si no tienes un profe tan copado, pedile ayuda a tus compañeros, familiares, amigos. Cualquiera que esté dispuesto a ayudar. No tengas miedo de consultar a otros. Somos demasiadas personas en este mundo como para enfrentar algo tan grande solos.
¿Ya escribiste tu tesis, ya le entregaste, ya tienes tu nota? Comentá abajo tus propios tips claves para un buen trabajo. Cosas que te hubiera gustado saber antes, de las que te diste cuenta después, que te recomendaron y te ayudaron al momento de escribir. También podés leer mis otros posts haciendo click aquí.
4 septiembre, 2020 a las 23:57
Hola Julia! Excelente post! Todas y cada una de tus recomendaciones son fundamentales a la hora de sentarse a escribir un trabajo científico. Agradezco tu claridad para transmitir tus conceptos!