Porque te vi, te dejé entrar, cerré la puerta y te elegí. Ah, no, así no era. Porque hay que dejarla entrar, transitarla y trabajar desde ahí para salir, de otra forma no vamos a superarla nunca.
Las crisis en la carrera son conocidas por casi todos, algunos las tienen al principio, otros en el medio y otros al final; estamos al tanto de las historias de los que están a una o dos materias de recibirse y abandonan porque no era lo que querían, lo que esperaban u otro motivo particular (esto se aplica a personas que abandonan y no vuelven a terminarla). Pero, ¿qué es lo que lleva a tomar esa decisión?, ¿son abruptas o muy rápidas?, después de una crisis, ¿se puede seguir como si nada?
Según Wikipedia (sí, cité a Wikipedia): “crisis es una coyuntura de cambios en cualquier aspecto de una realidad organizada pero inestable, sujeta a evolución”. Las crisis universitarias tienen una definición menos complicada, que podríamos establecerla así: falta de convencimiento que lleva a que el estudiante se plantee si es esa la carrera que realmente quiere seguir.
Varios son los motivos que inciden en el abandono de una carrera, y no son los mismos en los primeros años que en los últimos. La mayoría teníamos entre 17 y 20 años cuando elegimos a lo que nos queríamos dedicar el resto de nuestras vidas (o no, pero igual aplica), y un par de años después nos parece que con eso no vamos a llegar a ningún lado, que no es lo queríamos, lo que esperábamos de las materias, la carrera, la universidad, que no nos abre el mercado laboral que anhelábamos, y miles de planteos más.
Hay mucha gente con competencias, es decir, capacidad, actitud y aptitud para realizar actividades y trabajos, pero que no tienen la formación académica necesaria para el puesto; entonces ¿qué vale más?, ¿las competencias o la formación específica? Hay diversos lugares, especialmente en turismo los destinos sustentables y con Responsabilidad Social Empresarial, que prefieren que un habitante local que tiene las competencias realice el trabajo y, desde la empresa, se dan cursos para la formación específica que necesite. Hay otras organizaciones que prefieren la formación, la teoría. Lo ideal sería estar estudiando una carrera para la cual tenemos las competencias necesarias y que aparte es de lo que nos gustaría trabajar, como dijo Confucio: “Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”.
En cualquier crisis, la idea de dejar la carrera, me atrevo a decir que, la mayoría de las veces, es una decisión abrupta y “en caliente”, que viene después de un ataque de pánico, de bronca por algo que pasó, como puede ser desaprobar un parcial o un final, hacer algo y que esté mal, la sensación de que no vamos a llegar lejos, problemas familiares, entre miles de motivos personales y únicos, que pueden no repetirse en nadie más.
Antes de tomar la decisión de dejar la carrera, conviene poner la cabeza en agua fría y sentarse a pensar en estas preguntas que pueden considerarse básicas: 1) ¿por qué elegí esta carrera?, ¿vocación o presión?, ¿lo estoy haciendo por mí o por otro?, y 2) ¿me imagino ejerciendo la profesión para la cual me estoy formando?
Otro consejo es desacelerar la vida universitaria, tomarse un respiro, un break, empezar algo que nos guste y nos distienda y haga que nos olvidemos un rato de los problemas de la facultad, quizás no era una crisis, era sólo que la facultad literalmente te estaba consumiendo y no te dejaba tiempo para vos mismo.
Si la crisis fue un susto nomás, un desvío del camino, momentáneo o no, si te das cuenta de que tu carrera actual es la que verdaderamente querés hacer, ¡seguí para adelante!, con más fuerza y entusiasmo, si no, ¡no te preocupes!, abandonar no es fracasar, no importa lo que digan, todo lo aprendido sirve para crecer, para completar tu bagaje de conocimientos.
Atravesar una crisis no es fácil, y lo digo por experiencia habiendo sufrido un ataque de pánico en la facultad después de haber presentado un trabajo práctico. Generalmente no se puede solo, hay que buscar ayuda, ya sea de amigos, familiares o un especialista –o un mix de todos– que nos ayude a traspasarla. Después de la crisis cambia bastante lo que pensamos y lo que sentimos, y te das cuenta quién siempre estuvo al pie del cañón cuando más lo necesitaste, cuando tocaste fondo. Si lo que hacés no te hace feliz, no te llena, no te sentís vos, ¡dejalo!, no lo dudes, no esperemos a una crisis psicótica para darnos cuenta de que no estábamos destinados a estudiar eso. El qué dirán que quede afuera, si viviéramos de lo que dicen, no viviríamos, tan simple y sencillo como eso.
Hacé lo que te haga feliz, los de afuera son de palo.
7 octubre, 2015 a las 00:04
Me encanto el articulo. Me siento muy identificada. Tengo 37 años estudio comunicación social en la UBA. Los que cursan esta carrera me van a entender. A mi se me hizo eterna. Por razones laborales y personales. Hoy me cuesta el doble. Quiero cursar cuatro y no me dan los horarios por el trabajo y termino dejando materias. Muchas veces me quiero ir a una privada para terminar mas rápido. Pero el conocimiento el prestigio de la UBA me pueden mas. Solo me quedan 12 materias aprox. Y ya la quiero terminar. Estudiar en la UBA es paciencia y perseverancia. Saludos.
7 octubre, 2015 a las 19:58
Cualquier universidad pública es paciencia y perseverancia, supongo que por el tamaño de la UBA se requiere un poco más que en las otras universidades… El que quiere, puede, y doce materias pasan más rápido de lo que creemos, no dejes de caminar hacia adelante por más de que te lleve un poco más de tiempo, lo importante es llegar! Saludos 🙂
7 octubre, 2015 a las 01:16
Tengo 20 años y soy estudiante de Comunicación Social en la UNNE, esto recen empieza para mi, y justo la semana pasada me paso de sentir que no podía lidiar con todo el montón de materias, y quería dejar todo y volverme esquimal, pero trate de buscar apoyo y contención y se e paso, igualmente el momento es muy dramático y tonto en algún punto. Pensé que era la única que sufría esos ataques! Abrazo!.
7 octubre, 2015 a las 20:04
Me pasó, y te entiendo. Que bueno que hayas encontrado personas que te entiendan, es lo más importante y lo que más ayuda y reconforta el alma para poder seguir el camino elegido o cambiar y decidir otra cosa. Y sí, tenés razón, el momento es muy dramático y es difícil pero no imposible superarlo. Todo se puede si confias en vos misma y tenés personas alrededor que te apoyan y te motivan a seguir para adelante. Un abrazo! 🙂
7 octubre, 2015 a las 17:44
Me gusto el artículo. Como dos de las comentaristas de arriba yo también estudio Comunicación Social. Estoy preguntandome por estas semanas si esto es para mí, no es lo que me imaginaba, siento que es un tanto aburrido. Pero recién estoy terminando de cursar primer año y me pregunto si no será por estar recién en el principio de la carrera.
Me da miedo cambiarme de carrera y que tampoco me guste. Siempre he sido muy indeciso. ¿Medicina, Comercio Exterior, Criminalística? Esas opciones se me pasan por la cabeza, pero no me animo.
8 octubre, 2015 a las 01:46
Me gustó mucho el artículo. Da la causalidad que lo leí en tiempo oportuno. Estudio profesorado en danzas folklóricas y tango, pero para eso (enseñar con la danza), hay ciertos requisitos físicos que uno necesita cumplir para con la UNA. Y mi problema/motivo de mi crisis es que mi salud no es muy beneficiosa. Tengo una anomalía cerebral que se manifiesta en convulsiones (algo parecido a la epilepsia) y estoy dependiendo de lo que dirán mis médicos para saber qué seré yo de la carrera. Y lo digo en ese orden porque soy totalmente feliz (más allá de muchas cosas, como mi salud) con lo que estudio.
27 octubre, 2015 a las 02:24
Yo estoy atravesando eso, siento que estudio pero siempre falta un poco, estoy estancada, amo mi carrera pero no avanzo y los prof nos presionan con el tiempo para recibirnos. ??
28 octubre, 2015 a las 21:52
suena extremista, pero a veces siento q lo que estudio no es útil para el mundo, luego de haber tenido a mi papá y mamá en terapia intensiva y con el cristo en la boca hace pensar que con mis capacidades podría estar en medicina salvando gente en vez de pintar un cuadro. ya entre en la cuarta o tercer crisis grande y me faltan dos años para terminar.
supongo q detrás de las decisiones sean cual fuesen hay que tener en cuenta la historia personal también. los ritmos de uno.
si me pongo a estudiar medicina no quiere decir q deje de dibujar y pintar, tendre algun momento para eso.
muy buen post.
que les sea leve 🙂
14 marzo, 2016 a las 01:41
Estoy por rendir una materia en 2 días y puedo decir que me estoy auto-saboteando. Tuve el tiempo para estudiarla y acá estoy, unos días antes recién me pongo a estudiar. No se si es crisis. No se si son dudas de “que estoy haciendo conmigo”. Estoy en ese momento en que no me importaria desaprobar (aunque se que me enojaría conmigo misma) y rendirla más tarde. Dudo. Hola que tal crisis?.
Gracias por el artículo (necesitaba desahogarse).