Después de un par de meses de “duelo”, hoy de a poco le cuento al que me pregunta que no, no estudio nada.

Egresé muy confundida respecto a la universidad, y a pesar de que me tomé el tiempo necesario (o no) para decidir qué hacer con mi vida, le pifié. Sí, me equivoqué, se me cumplió el miedo que tanto tenía, me equivoqué de carrera.

Sabía que lo mío iba por el lado del periodismo, pero acá en Córdoba sí o sí tenés que ir a la privada. Por diferentes causas (económicas, un poco de capricho también) terminé en la Universidad Nacional de Córdoba, estudiando Comunicación Social. Hice chistes todo el verano con “qué me importa la facu, si total voy a dejar”… mis amigos se rieron hasta que me vieron tirada al pedo todo el día.

¿Cómo me dí cuenta que no era eso lo mío? Lo supe siempre, tenía una pequeña “espina”, un presentimiento. Busqué la carrera más parecida a lo que en verdad quería pero al toque me dí cuenta que no era lo mismo. Me lo dijeron en el cursillo, en las primeras clases, por todos lados: “esto no es periodismo”.

Y acá estoy, reacomodándome. Creo que aunque muchos digan “ay, qué te quejas vos si no haces nada de tu vida mientras yo me la paso estudiando”, hay que tener los huevos bien puestos para tomar una decisión que va a implicar todo un año distinto a lo que tenías planeado, tener que salir a laburar, a conseguir ese laburo (cosa que pensé que era fácil hasta que comprobé que no), a “dar la cara” con tus familiares y amigos.

No lo veo como un año perdido, para nada. Creo que todavía podemos posicionarnos en otro lugar y ver las cosas desde otra perspectiva. Hoy por hoy me admiro por la valentía de decir “esto no es lo mío, esto no es lo que quiero para mí”. 

Y ya fue queridos, si lo que estás haciendo hoy, si la carrera en la que te metiste ya no es lo que querés, no es lo que pensabas, ya no te pinta como antes… chau!!!!!!! A otra cosa mariposa, sin importar lo que digan, las burlas o los comentarios dañinos que seguro aparecerán por ahí. La gente que te quiere te va a bancar y la que no, afuera también. Pero siempre, haciéndose cargo de las decisiones tomadas. Tomando el toro por las astas y encaminándose para donde realmente querés llevar tu vida.

ACLARACIÓN: sigo en busca de trabajo para pagarme la privada, no voy a tirar mis sueños por ahí, me sigo moviendo.