Hoy puedo decir (no con orgullo) que dejé no sólo una carrera, sino dos. Sí, leyeron bien: 2 (dos).

Tus allegados (padres, tíos, amigos y hasta el almacenero) opinan sobre la decisión que tomaste y oís cosas como las siguientes: “¿Por qué?” y “¿Cómo pudiste?”. Todas las expresiones con el tono más dramático. Y es tal la presión externa que se mete por tus huesos que empieza a surgir en tu alma un horrible sentimiento. Sí, señores, con nosotros, nuestra amiga ¡la culpa! (imaginarse los redoblantes sonando es optativo).

El tema de la culpa es EL TEMA, porque el que opina no se detiene a pensar en las razones que llevó a esa persona a tomar tan drástica decisión. No se pregunta “¿Qué le habrá pasado?”, “¿Se sentirá mal?”. Más bien se preocupa en el qué dirán. Y, particularmente, mi culpa era con mis padres (no con mis amigos, tíos, ni siquiera con el almacenero). Mi cabeza pensaba y re pensaba: “Mis papás son universitarios” (papá Ingeniero Químico y docente de escuelas secundarias, y mamá Profesora de Educación Inicial). Se rompieron el lomo para darle lo mejor a su única nena, la luz de sus ojos… y esa misma nena deja dos carreras. Para mí era como una desilusión, una especie de fracaso personal. Veía a mis amigos promediando sus carreras y yo no logrando sostener la mía.

Tiempo después de pensar sola, y con ayuda de mis amigos más cercanos, logré pasar del “¿por qué?” del almacenero a mi propio “¿por qué no?”; “¿por qué no puedo dudar?”, “¿es malo abandonar una carrera?”. Ahora, viéndolo a la distancia puedo decir que sí, que está bien dudar, replantearse una elección, arrepentirse y volver a elegir. Creo que no hay cosa más hermosa que estar seguro de tu elección. Cada uno pasa ese momento complicado como puede y ninguna familia es tan comprensible como la mía.

Me atrevo a darte unas sugerencias para elegir lo mejor posible:

• Si podes, hacé un test vocacional, muchas universidades lo brindan de forma gratuita.
• Imagínate haciendo lo que más disfrutas.
• Si la duda persiste, tenete paciencia y que tu entorno la tenga para con vos.
• No te fijes en los demás, todos somos diferentes.
• Al buscar una carrera, mirá atentamente el plan de estudios (listado de materias). Parece mentira pero poca gente le presta atención, la mayoría lo hace después del primer cuatrimestre. Confieso que cierta vez no lo hice… ¡Upss!

Ahora sí, no dudes que dudar es sano.