Elegir una carrera es una experiencia que cada uno vive a su manera. Para algunos es más fácil, para otros, más difícil. Pero al final, es un momento que vale la pena atravesar. Cuando empecé el famoso CBC, tengo que admitir, estaba un poco asustada. Se escuchan muchas cosas: que es un filtro, que solo muy pocas personas lo terminan en un año, que los profesores son exigentes, que hay mil trámites. Hay algunas que son ciertas, pero muchas otras no y lo importante, y no imposible, es disfrutarlo.
Primero que nada, hay que saber que todos están en la misma que vos. Creo que casi todo el mundo que empieza una carrera en la UBA tiene más o menos los mismos miedos y uno de ellos es si te hacés amigos en un ambiente donde cursás casi cada materia con gente distinta. Y la respuesta es sí. Todos llegan solos y en busca de alguien con quien charlar, compartir apuntes y mates, así que no dejes que el individualismo del que todos hablan te asuste. Es cierto que es difícil viniendo del colegio donde conocés a todo el mundo, pero creo que está buena la idea de abrirse porque quizás, y yo creo que es verdad, encontrás gente que te va a acompañar toda la vida.
Como dije al principio, elegir es difícil y lo es, también, porque se le pone muchísima presión a la idea de que lo que elijas es para siempre. ¿Pero qué es elegir bien? La verdad, no tengo idea. Creo que eso no existe. Es totalmente normal equivocarse o, incluso más común, cambiar de opinión. ¿Quién dijo que lo que estudiemos nos va a gustar para toda la vida? Desde mi poca experiencia, mi consejo es: si no te gusta la carrera, cambiate. La facultad no es nada fácil y requiere muchísimo esfuerzo y dedicación. Si no estás contento, no va a ser algo que disfrutes sino todo lo contrario. Probá, equivocate porque, a veces, es lo que necesitamos.
Seguramente ya te hayan contado sobre las temidas noches sin dormir y sin salir de las que todo el mundo habla. También, quizás te hayan dicho que vas a querer dejar la carrera, que te vas a estresar como nunca y que hasta vas a llorar por la facultad. Vengo a decirte que, lamentablemente, todo eso es cierto. Pero… no todo es tan malo como parece porque superado todo el estrés, el esfuerzo vale la pena. Vale la pena ese momento de felicidad después de rendir, cuando sabés que vas a dormir esa siesta que te venís prometiendo; vale la pena el repaso que hacés con tus compañeros, que hace que los conozcas y los quieras un poco más; vale la pena saber que en realidad tenés suerte. Porque al final del día, estás ahí por algo: estás siguiendo tu vocación. Y no hay nada que se pueda comparar con eso.
4 noviembre, 2019 a las 18:56
Que es CBC?